Reflexión ¿Se puede incentivar la excelencia humana?
18 de febrero, 2018
Aprovechando la coyuntura del país en relación a las malas prácticas políticas y empresariales que han salido a la luz recientemente me permito hacer una breve reflexión sobre el propio actuar en relación a la excelencia humana, y si es posible o no incentivarla en los demás.
Personalmente considero que la motivación a ser una mejor persona debe nacer en un contexto personal. Si bien es cierto que las circunstancias externas influyen en gran medida en la motivación del crecimiento de la persona, es únicamente a través de un descubrimiento personal del gran valor del desarrollo humano lo que le permite a la persona sumergirse en la aventura de la excelencia humana.
Para comenzar es importante que como seres humanos comprendamos, en todas nuestras dimensiones, las grandes diferencias que existen entre la persona humana y los demás seres vivos que coexisten junto a nosotros en la naturaleza. Es imperante reconocer las características particulares (inteligencia, voluntad y espiritualidad/alma) del ser humano, ya que es a través de las mismas como el ser humano puede desarrollar capacidades de mejora continua.
A partir del reconocimiento de estas características únicas en el ser humano, cada persona debe ser capaz de distinguir el valor intrínseco que cada individuo posee per se. Si bien la dignidad humana está ligada en esencia a cada uno de nosotros, esto no quiere decir que todos somos capaces de reconocerla (tanto en nosotros mismos, como en los demás).
Al comprender el puesto privilegiado –y de responsabilidad– del ser humano con respecto a los demás seres vivos, y afirmar la igual dignidad entre cada una de las personas, el ser humano es capaz de iniciar un camino hacia la excelencia personal, con base en la búsqueda constante de una vida basada en la virtud – tal y como lo afirmaba Aristóteles.
Los seres humanos, en las diferentes esferas sociales en las que nos movemos, podemos influir de manera positiva o negativa la actitud de quienes nos rodean. Normalmente el impacto, en primera instancia, se genera a través del ejemplo y la percepción que los demás tienen de uno. La coherencia de vida, el buscar vivir de acuerdo a los propios principios, ayudar al prójimo y ser una persona solidaria, son solo algunos aspectos que pueden influir en las personas que nos rodean.
En un ambiente laboral una forma concreta de influir en la motivación personal de mejora podría ser a través de iniciativas comunitarias, tales como talleres, clubes de lectura, discusiones y puestas en común que planteen cuestiones fundamentales para la vida de cualquier ser humano. Los debates o discusiones filosóficos tienden a hacernos pensar y reflexionar sobre cuestiones importantes y esenciales en la vida de los seres humanos. Aunque no necesariamente todos pensemos igual, es claro que al final de la historia a todos, o a la mayoría, se nos presentan a lo largo de la vida preguntas existenciales. Este tipo de interrogantes, que eventualmente pueden desembocar en una discusión, debate y/o compartir de ideas, son la raíz o punto inicial de un posible análisis y reflexión acerca de la mejora personal que cada uno podemos llevar a cabo.
Hoy en día los seres humanos nos hemos vuelto sumamente individualistas, llegando al punto de olvidar ese sentido de pertenencia a una comunidad o sociedad específica. Al recordar que todos somos miembros de un mismo espacio en común es más fácil poder llevar a cabo acciones concretas que nos permitan convivir y relacionarnos unos con otros, en aras de un desarrollo pleno como seres humanos.
Me parece importante cerrar recalcando enfáticamente que no basta con profesar los valores que consideramos importantes como personas, es imperante que esta escala y jerarquía de valores se lleve a la constante práctica y puesta en acción. Es a través de nuestras acciones concretas como podemos ejercer la mayor influencia en otras personas. Salir del contexto individualista, para sumergirnos en el contexto social, es uno de los primeros pasos para llevar a cabo un cambio de mentalidad masivo en nuestro entorno. La aspiración personal a la excelencia es fundamental para que podamos esperar y exigir este cambio en los demás.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
LA INFOGRAFÍA
La infografía es una pieza visual que explica o resume figurativamente cierta información. Es, de cierta forma, la combinación de imágenes explicativas y sintéticas, con textos que comunican información visual para facilitar la transmisión.
En otras palabras, la infografía es un medio o herramienta de comunicación basado en la imagen para una mejor compresión de cualquier información.
La infografía nació como un medio de transmisión de información gráfica más dinámica, viva e imaginativa que la transmisión de información tipográfica.
En esta representación se utilizan diferentes tipos de gráficos, signos lingüísticos y no lingüísticos que forman descripciones, secuencias argumentativas, expositivas o narrativas.
Las infografías se dividen en 6 principales tipos: secuencial, que representa una historia paso a paso; de proceso, donde se visualizan diversos pasos para la elaboración de algún producto; geográfico, la cual ubica el lugar de un hecho por medio de mapas; característico, basado en descripciones de diferentes aspectos fundamentales de un determinado objeto; estadístico, donde se presentan tendencias o resultados con gráficos; y biográfico, donde se explica la vida y obra de algún personaje.
Los documentos que se elaboran técnicas infográficas se conocen como infogramas.
Partes de la infografía
Titular
Se trata de un resumen de la información visual y textual un infograma. Se caracteriza por ser breve, directo y sintético.
En otras palabras, es aquello que engloba lo más importante en un infograma.
A esta parte, dependiendo del tema y del autor puede adjuntársele un subtítulo.
Encabezado
Es aquel subtítulo que representa datos adicionales que pueden ser importantes para el entendimiento de la información presentada.
Texto
Se trata de una porción que expresa textualmente, de manera breve y concisa, la información necesaria para el mejor entendimiento de lo que la imagen no puede expresar.
Cuerpo
Es una sección que contiene la información visual presentada a través de imágenes, diafragmas, gráficos, cuadros, mapas, tablas y otros.
Además, puede considerarse como la información tipográfica de explicación que está colocada en forma de etiquetas (números, palabras descriptivas, fechas y otros).
En el cuerpo siempre se encuentra una imagen central, es decir, lo principal en la infografía, que se destaca por su tamaño o ubicación sobre las demás y de la cual se generan otros gráficos o textos.
Fuente
Se trata del indicador de ubicación donde se ha encontrado toda la información necesaria para desarrollar el infograma.
Crédito
Es aquel que señala el nombre del autor de la infografía, incluyendo diseño e investigación. Este, junto con la fuente, suele ser presentado con una tipografía de menor tamaño y en un lugar donde no se genere algún tipo de distracción para los lectores.
Discurso de David Choquehuanca sobre el buen vivir
Con el permiso de nuestros dioses, de nuestros hermanos mayores y de nuestra Pachamama, de nuestros ancestros, de nuestros achachilas; con el permiso de nuestro patujú, de nuestro arcoíris, de nuestra sagrada hoja de coca; con el permiso de nuestros pueblos; con el permiso de todos los presentes y no presentes en este Hemiciclo, hoy quiero compartir nuestro pensamiento en unos minutos.
Es obligación comunicarnos, dialogar. Es un principio del vivir bien.
Los pueblos de las culturas milenarias, de la cultura de la vida, mantenemos nuestros orígenes desde el amanecer de los tiempos remotos.
Los hijos hemos heredado una cultura milenaria que comprende que todo está interrelacionado, que nada está dividido y que nada está fuera. Por eso nos dicen que todos vayamos juntos, que nadie se quede atrás, que todos tengan todo y a nadie le falte nada.
Y el bienestar de todos es bienestar de uno mismo, que ayudar es motivo de crecer y ser feliz, que renunciar en beneficio del otro nos hace sentir fortalecidos, que unirnos y reconocernos en el todo es el camino del ayer, hoy mañana y siempre, de donde nunca nos hemos alejado. El ayni, la minka, la tama (sociedad), la tumpa (reciprocidad), nuestra qullqa (abundancia) y otros códigos de las culturas milenarias son la esencia de nuestra vida, de nuestro ayllu.
Ayllu no solo es una organización de sociedad de seres humanos; ayllu es un sistema de organización de vida de todos los seres, de todo lo que existe, de todo lo que fluye en equilibrio en nuestro planeta o madre Tierra.
Durante siglos, los cánones civilizatorios del Abya Yala fueron desestructurados y muchos de ellos exterminados; el pensamiento originario fue sistemáticamente sometido al pensamiento colonial, mas no lograron apagarnos. Estamos vivos, somos de Tiwanaku, somos fuertes, somos como la piedra, ch’ullqhi (fornido), somos sinchi (demasiado), somos rumy (piedra), somos Jene-cherú, fuego que nunca se apaga; somos de Samaipa, somos jaguar, somos Katari, somos comanches, somos mayas, somos guaraníes, somos mapuches, mojeños, somos aimaras, somos quechuas, somos jokis y somos todos los pueblos de la cultura de la vida que despertamos larama igual, rebelde con sabiduría.
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Un nuevo sol y una nueva expresión en el lenguaje de la vida, en el que la empatía por el otro o el bien colectivo sustituyen al individualismo egoísta.
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Estamos a tiempo de volver a ser Jisambae, que es un código reservado, que lo han protegido nuestros hermanos guaraníes, y Jambae igual, persona que no tiene dueño. Nadie en este mundo tiene que sentirse dueño de nadie y de nada.
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Estamos en pleno proceso de recuperación de nuestros saberes, de los códigos de la cultura de la vida, de los cánones civilizatorios de una sociedad que vivía en íntima conexión con el cosmos, con el mundo, con la naturaleza y con la vida individual y colectiva de construir nuestro suma qamaña (buen convivir), de nuestro suma jakaña (buen vivir), que es garantizar el bien individual y el bien colectivo o comunitario.
Estamos en tiempos de recuperar nuestra identidad, nuestra raíz cultural, nuestro saphi (raíz o esencia), tenemos raíz cultural, tenemos filosofía, historia, tenemos todo, somos personas y tenemos derechos.
Uno de los cánones inquebrantables de nuestra civilización es la sabiduría heredada en torno a la Pacha. Garantizar equilibrios en todo tiempo y espacio es saber administrar todas las energías complementarias; la cósmica, que viene del cielo con la tierra que emerge de debajo de la tierra.
Estas dos fuerzas cósmicas telúricas interactúan creando lo que llamamos vida, como una totalidad visible Pachamama y espiritual Pachaqama (dios andino).
Al comprender la vida en términos de energía, tenemos la posibilidad de modificar nuestra historia, la materia y la vida como la convergencia de la fuerza chachawarmi cuando nos referimos a la complementariedad de opuestos.
El nuevo tiempo que estamos empezando será sostenido por la energía del ayllu, la comunidad, los consensos, la horizontalidad, los equilibrios complementarios y el bien común.
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Promoveremos las coincidencias opositoras para buscar soluciones entre la derecha y la izquierda, entre la rebeldía de los jóvenes y la sabiduría de los abuelos, entre los límites de la ciencia y la naturaleza inquebrantable, entre las minorías creativas y las mayorías tradicionales, entre los enfermos y los sanos, entre los gobernantes y los gobernados, entre el culto liderazgo y el don de servir a los demás.
Nuestra verdad es muy simple: el cóndor levanta vuelo solo cuando su ala derecha está en perfecto equilibrio con su ala izquierda. La tarea de formarnos como individuos equilibrados fue brutalmente interrumpida hace siglos; no la hemos concluido y el tiempo de la era del ayllu, comunidad, ya está con nosotros.
Exige que seamos individuos libres y equilibrados para construir relaciones armónicas con los demás y con nuestro entorno. Es urgente que seamos seres aptos de sostener equilibrios para sí y para la comunidad.
Estamos en tiempos de los hermanos de la panaka pachakuti (descendientes del nuevo tiempo), hermanos del cambio, donde nuestra lucha no solo era por nosotros, sino también por ellos y no en contra de ellos. Buscamos el mandato, no buscamos enfrentamiento; buscamos la paz; no somos de la cultura de la guerra ni de la dominación. Nuestra lucha es contra todo tipo de sometimiento y contra el pensamiento único colonial, patriarcal, venga de donde venga.
La idea del encuentro entre el espíritu y lo material, el cielo y la tierra, de la Pachamama (divinidad femenina) y Pachakama (divinidad masculina, portadora de la energía vital), nos permite pensar que una mujer y hombre nuevos podremos sanar a la humanidad, al planeta y a la hermosa vida que hay en ella. Devolver la belleza a nuestra madre Tierra.
Defenderemos los sagrados tesoros de nuestra cultura de toda injerencia; defenderemos nuestros pueblos, nuestros recursos naturales, nuestras libertades y nuestros derechos.
Volveremos a nuestro Qhapaq Ñan (gran camino de la sabiduría), el camino noble de la integración, el camino de la verdad, el camino de la hermandad, el camino de la unidad, el camino del respeto a nuestras autoridades, a nuestras hermanas, el camino del respeto al fuego, el camino del respeto a la lluvia, el camino del respeto a nuestras montañas, el camino del respeto a nuestros ríos, el camino del respeto a nuestra madre Tierra, el camino del respeto a la soberanía de nuestros pueblos.
Hermanos, para terminar […], debemos superar la división, el odio, el racismo, la discriminación entre compatriotas. Ya no más persecución a la libertad de expresión; ya no más judicialización de la política.
Ya no más abuso de poder. El poder tiene que ser para ayudar; el poder tiene que circular, el poder, así como la economía, se tiene que redistribuir, tiene que circular, tiene que fluir, así como la sangre fluye dentro de nuestro organismo. Ya no más impunidad; necesitamos justicia, hermanos.
Pero la justicia tiene que ser verdaderamente independiente. Pongámosle fin a la intolerancia, a la humillación de los derechos humanos y de nuestra madre Tierra.
El nuevo tiempo significa escuchar el mensaje de nuestros pueblos, que viene del fondo de sus corazones. Significa sanar heridas, mirarnos con respeto, recuperar la Patria, soñar juntos, construir hermandad, armonía, integración y esperanza para garantizar la paz y la felicidad de las nuevas generaciones.
Solo así podremos alcanzar el vivir bien y gobernarnos nosotros mismos.
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