PROF. ANA CORNELIO - 3"G
FUENTE 1: Impactos ambientales de la pandemia en el Perú
/ Lunes 8 de Junio, 2020
Escribe Marc Dourojeanni / Profesor Emérito de la Universidad Agraria La Molina
¿Qué está ocurriendo en el campo?
Los principales impactos ya constatados incluyen incremento de la deforestación con fines de expansión agropecuaria y, asimismo, por acción de la minería ilegal; aumento de la extracción ilegal de madera, caza de especies en riesgo de extinción tanto para consumo como para tráfico de especímenes valiosos, invasión de áreas naturales protegidas y en especial, de tierras de comunidades indígenas; aumento de ciertas formas de contaminación, como por mercurio así como por arrojo descontrolado de residuos de todo tipo; pesca abusiva y sin control tanto en el mar como los ríos. Muchos de esos impactos, como la deforestación y la extracción ilegal de madera en curso, tendrán consecuencias en el futuro mediato, por ejemplo, con un recrudecimiento de quemas e incendios forestales y, en su conjunto, las consecuencias se harán sentir más a medio y largo plazo.
La pandemia no ha detenido a los campesinos informales que invaden bosques naturales para hacer agricultura de tipo familiar (la mayoría) ni, mucho menos, a los propietarios que aprovechan la situación para expandir el área dedicada a la producción de café, cacao, palma[viii] y otros cultivos de tipo industrial u, obviamente, a los que hacen plantaciones ilegales como coca, marihuana y amapola. Al contrario, esa situación les ha dado más libertad para actuar. Parte de esa deforestación ocurre, como siempre, en bosques con vocación protectora o en áreas naturales protegidas y tierras indígenas, lejos de controles. No hay duda que cuando se hagan las mediciones independientes correspondientes a 2020 se revelará un nuevo sobresalto de la deforestación que, en 2019 tuvo un ligero descenso, aunque se mantuvo muy cercana a las 150 mil hectáreas por año. Esto implica que la estación seca de 2020 sufrirá un repunte de quemas de material leñoso en las nuevas chacras y campos y, asimismo, probables incendios forestales, dependiendo del clima. Si, como es previsible, la deforestación aumenta, se incrementará igualmente el aporte de CO2 a la atmósfera. Contribuyendo a ese escenario está el hecho de que las carreteras informales, decididas por autoridades locales, continúan siendo abiertas en diversas partes de la Amazonía, en procura de tierras y de madera.
Lo señalado para la expansión de la deforestación viene asociado con el aumento de caminos forestales que penetran en los bosques para la extracción de madera. Aunque el control de la saca de madera por las autoridades forestales es siempre muy limitado, ahora es inexistente, brindando condiciones ideales para los madereros[ix]. Esa forma de explotación forestal es una de las principales causas de la degradación forestal.
La minería ilegal ha encontrado una oportunidad sin par con la pandemia y se ha expandido en todas partes. Por ejemplo, en Madre de Dios, ha continuado sin alteración donde antes ocurría[x] y ha invadido áreas nuevas, no lejos de los límites de la Reserva Nacional Tambopata[xi]. En esa región, entre marzo y fines de mayo, ha habido alguna reacción de las autoridades locales, habiéndose producido varias acciones ordenadas por la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Madre de Dios, aunque el problema de fondo sigue sin solución. En otras partes del Perú, en estos tiempos de pandemia, no hay ninguna acción contra los mineros ilegales.
La caza para fines de alimentación humana ha aumentado con el pretexto, parcialmente justificado, de que los que la practican no tienen alternativa, pero, también se aprovecha de la situación para la caza con fines de abastecer el tráfico internacional de especies de interés comercial, actividad que suele ir de la mano con el narcotráfico. Y eso no ocurre solo en la Selva. En mayo se registró la matanza de unas 200 vicuñas en el sur de Ayacucho, apenas para beneficiar las pieles o la lana, dejando las carcasas en el campo[xii]. Otro caso se registró en Puerto Culebras, en Áncash, donde las autoridades encontraron, también en mayo, 450 ejemplares de aves guaneras de las especies chuita y guanay sacrificados aparentemente para su uso como alimento[xiii]. Se trataría de una práctica común pero no en las proporciones esta vez detectadas. Ante la falta de control también ha recrudecido la supuesta caza deportiva, habiéndose constatado la matanza de osos de anteojos[xiv], venados y pumas en diversos lugares donde esto no ocurría habitualmente.
Lo que se registra con la fauna silvestre ocurre, en proporciones tal vez más graves, con la pesca tanto marina como en ríos y cochas amazónicas. Por ejemplo, mientras que los pescadores artesanales de la Costa han sufrido mucho, por restricciones impuestas a la actividad y por reducción de la demanda por sus productos, se habría registrado el ingreso prácticamente sin control de una flota pesquera china, especializada en la captura de potas, o calamares gigantes[xv]. Y no debe ser el único caso. Pero, la reducción del control municipal, pesquero y forestal en los mercados populares de ciudades como Iquitos y Pucallpa ha permitido un incremento en la venta de productos de fauna ilegales, bien sea por ser especies prohibidas o, en el caso del pescado, por no tener el tamaño mínimo permitido.
FUENTE 2: Coronavirus en Perú: el río Rímac se recupera debido a la falta de actividad humana | VIDEO
Sedapal informa que se ha reducido hasta en un 90% la basura que llega a La Atarjea.
21/04/2020 21H23
El vocero de la Autoridad Nacional del Agua - ANA (adscrita al Ministerio de Agricultura y Riego) Luis Enrique Yampufé Morales, explicó a El Comercio que la transparencia de las aguas del río Rímac que ahora puede observarse responde directamente a la reducción de la contaminación por actividades humanas, desde que empezó la inmovilización social obligatoria por el COVID-19.
Yampufé detalló que debido a la falta de vertimiento de basura, arrojo de materiales de construcción o residuos provenientes de las empresas, las aguas del río Rímac que transcurren hasta su desembocadura en la región Callao son casi tan transparentes como las que se observan en su naciente, en la Cordillera de los Andes.
“Se aprecia que el agua es más limpia y cristalina. Hay recuperación de la vegetación y migración de aves, incluso peces, sobre todo en las desembocaduras”, indicó Yampufé. El especialista precisó que hay tramos del río Chillón que muestran una recuperación similar.
El también director de la Autoridad Administrativa del Agua Cañete- Fortaleza agregó que es época de estiaje y que la falta de lluvias también influye en el color de los ríos. En esta época los ríos de por sí toman un aspecto más claro.
“Se aprecia que el agua es más limpia y cristalina. Hay recuperación de la vegetación y migración de aves, incluso peces, sobre todo en las desembocaduras”, indicó Luis Enrique Yampufé Morales de la ANA. El especialista precisó que hay tramos del río Chillón que muestran una recuperación similar. (Foto: Autoridad Nacional del Agua)
A través de un monitoreo por dron, la ANA verificó que, en el caso del río Rímac, hay un cambio más notorio en el color del agua a la altura de Chosica y Chaclacayo. Aunque en menor proporción, esto también ocurre en el tramo de El Agustino, Rímac y San Martin de Porres. En estos distritos también ha disminuido el arrojo de desmontes y residuos sólidos.
Yampufé adelantó que este jueves tomarán muestras de ambos ríos para evaluar cómo han cambiado los estándares de calidad ambiental (ECA). La ANA recordó a través de un comunicado que el río Rímac es aquel con mayor cantidad de parámetros que incumplen con los ECA por la presencia de coliformes termotolerantes y ciertos metales y metaloides.
“El estado de emergencia ha permitido observar el impacto al que se ven sometidos los recursos hídricos y sus bienes asociados (ríos, faja marginal, canales de riego, entre otros) por la acción del hombre. Por ello es importante que tomemos conciencia y consideremos que el agua de nuestros ríos y canales de regadío, son para consumo humano y agrícola, por lo que no deben ser zonas de arrojo de basura o desmonte”, añadió en un comunicado Flor de María Huamani Alfaro, especialista de la ANA.
La institución precisó que el río Rímac abastece más que el 80% de agua a Lima. Este afluente se origina en la cordillera de los Andes a una altitud de 5.500 msnm en el Nevado Paca y la laguna Ticticocha (4.700 msnm) aproximadamente a 132 kilómetros al noreste de Lima.
—Reducción de basura—
El presidente del directorio de Sedapal, Francisco Dumler, declaró que desde el inicio de la cuarentena se ha reducido en un 90% el volumen de 10 toneladas de basura que a diario llega a las esclusas de la planta de La Atarjea, entre material de construcción, desechos domésticos o residuos de empresas.
Añadió que se ha reducido entre 30% y 40% el uso de productos químicos para potabilizar el agua.
“De seguir en esta situación podría haber peces en el río Rímac en dos años. Cuando acaben las medidas de aislamiento sí debemos impulsar que la gente no arroje más basura”, mencionó.
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